viernes, 27 de febrero de 2015

Análisis de las diferentes posturas de Gillet

El día 18 de Febrero llevamos a cabo la tarea que tendríamos que haber hecho el día anterior pero dado que pocos alumnos leyeron la parte que les tocaba decidimos pasarlo al Miércoles 18. 
Dicha tarea se realizaba por grupos siguiendo más o menos el orden de lista de la clase y consistía en leer la parte que nos tocaba a cada uno y exponer lo leído contraponiendo las dos posturas que muestra Gillet en diferentes casos.

Los temas a tratar, exponer y debatir eran los siguientes:

1. Actividad-acción: Mediante dos casos prácticos se establece la relación y diferencia entre ambos conceptos definiendo la actividad como un hecho puntual que, aunque este programado y planificado, se lleva a cabo en un momento especifico sin apenas consecuencias para los usuarios mientras la acción es el conjunto de esfuerzos de distintos agentes sociales que lucharan para que esa actividad no se limite así misma y pueda conocerse en otros lugares. Haciendo así la cultura extensible a muchos usuarios o sectores sociales. 

2. Agente-actor: Tras la lectura de un solo caso en el que pueden verse las dos posturas se establece la diferencia entre agente y actor de la siguiente forma: el actor es el que participa en cualquier actividad ya sea de forma activa o pasiva pero su función termina ahí, mientras que el papel del agente es muy diferente ya que se considera que los animadores son los encargados socialmente del funcionamiento de del sistema (o actividad) y se comprometen a él. 

3. Programa-proyecto: Parte de dos casos prácticos y establece la diferenciación de ambos conceptos de forma que, el programa tiene una estructura similar a la del proyecto pero se suele aplicar de forma general en cuanto el formato y objetivos concuerden con cierto sector de la población, mientras que el proyecto se dibuja específicamente para el sector con el que se va a trabajar. 

4. Lo instituido-lo instituidor: Parte también de dos casos prácticos en los que se ve claramente claramente cuando algo es instituido y cuando instituidor. Lo instituido viene marcado por algo ya decidido, establecido u ordenado por otros, mientras que lo instituidor es eso que da pautas y decide por si mismo. Tiene libertad de actuación frente a la imposibilidad de que eso sea así en lo instituido. 

5. Socialización-sociabilidad: Como en los casos anteriores aquí también se parte de dos casos que nos sirven para dar explicación de las diferencias entre socialización y sociabilidad. La socialización es el proceso mediante el cual nos relacionamos o no con otros seres humanos, frente a la sociabilidad que es diferente en cada uno de nosotros, y hace referencia a la facilidad o no de relacionarse, al ser más proclives o no a la hora de hablar con alguien al ser más abiertos o no con el resto de las personas. Son dos conceptos que parece que no tengan mucho en común pero su relación es necesaria ya que sin sociabilidad no sería posible la socialización.

7. Práctica-praxis: Tras la lectura y análisis de los casos prácticos se establecen las diferencias entre práctica y praxis. El primero hace referencia a una actividad concreta en lugar y momento concreto con unos usuarios concretos en la que una vez termine la actividad no se aporta nada mas al individuo, mientras que la praxis mantiene una continuidad y se ocupa y preocupa de que la actividad no quede tan solo en una practica de animación sociocultural, sino que cale en los usuarios y hagan que estos se involucren en ella. 





Hablamos de política cultural

La clase del 17 de Febrero dio mucho de si. En primer lugar aclaramos dudas sobre la utilización de Twitter y el formato de nuestros blogs, al acabar Carles nos propuso comenzar las definiciones de Animación Sociocultural desde el punto de vista de Gillet pero pocos compañeros se habían leido los textos y decidimos aplazarlo para el día siguiente. Por último trabajamos extensamente el tema 3 que se titula Política Cultural.
La aparición de la Animación Sociocultural va ligada a la política cultural desde el momento que lo planteo la UNESCO.
Definición de política cultural: Conjunto estructurado de intervenciones conscientes de uno o más organismos públicos en la vida cultural. Fernández, E. (1991) La política cultural. Qué es y para qué sirve. Ed. Trea.
Al profesor, Carles Monclús, esta definición no le termina de gustar la definición por 2 cosas:  1. Habla de intervención de 1 o más organismos públicos y no solo lo hacen ellos y; 2. Cuando habla de vida cultural lo deja como un concepto difuso.
Otra definición: Conjunto de prácticas sociales conscientes y deliberadas, de intervenciones o ausencia de intervenciones que tienen como objetivo satisfacer ciertas necesidades culturales mediante la utilización óptima de todos los recursos materiales y humanos de que dispone una sociedad en ese momento. UNESCO.
Esta le gusta más a Carles Monclús, pero hay cosas que no le gustan y otras le gustan mucho.  No le gusta: el satisfacer necesidades culturales ya q se vive de la cultura y en la cultura y viviendo otras culturas enriquecen al individuo.
Otra definición: Conjunto estructurado de acciones y prácticas sociales conscientes y deliberadas, (o ausencia de ellas), de los organismos públicos, (pero también de otros agentes sociales y culturales) en la cultura, entendida básicamente y de manera restringida como sector de actividades culturales y artísticas, pero también de manera indirecta y extensa como universo simbólico compartido por la comunidad. Carles Monclús.
Se pone el ejemplo de L’Horta en este último caso. En ocasiones hace más política cultural la sociedad que las instituciones.

Las políticas culturales tienen diversas finalidades como son: Culturales (facilitar el acceso a todos los ciudadanos) desde el punto del educador social es el punto que más nos debe interesar, sociales (elemento de integración/ participación y de aumento de la cohesión social, emponderamiento de la comunidad), educativas (facilitar el acceso a diferentes códigos estéticos, desarrollo personal) quienes mas “cultura” han visto y vivido se ve que están más enriquecidos personal, social y culturalmente. Quien no, está más restringido y es menos variada. El acceso no es el mismo para todos según el nivel económico. (Volvemos a la primera finalidad), ambientales (cambiar el entorno), económicas (puestos directos e indirectos, repercusión indirecta en otros sectores, valor de la producción de servicios culturales) como educadores no nos deben interesar como tal, aunque si que se cumplan, esfuerzo o reconstrucción de la identidad colectiva y  por último; políticas (las que no nos interesan como tal, como políticas por el interés del partido).

Los ámbitos en los que pueden intervenir las políticas culturales son las artes y la comunicación y el patrimonio incluyendo aquí el patrimonio inmobiliario, los fondos de productos culturales como museos o bibliotecas y patrimonio inmaterial como pueden ser fiestas, gastronomía o artesanía.

Las tendencias en cuanto a política cultural se encaminan hacia dos vertientes: la democratización de la cultura  y la democracia cultural. 
Democratización de la cultura
- Facilitar el acceso a las actividades culturales a todos los ciudadanos y ciudadanas.
- Concepto nacido paralelo a la aparición del Estado del Bienestar tras  la 2ª Guerra Mundial.
- Gestión cultural la ven importante como derecho de los ciudadanos.
- Los destinatarios son un público pasivo receptor de objetos culturales.
- Compensar la desigualdad de acceso y potenciar la creación profesional.
- Se valora el producto cultural acabado.
- Se valora la repercusión económica de las actividades culturales.
Democracia cultural
- Potenciar el acceso a la creación de los ciudadanos, en definitiva su participación activa.
- Concepto nacido a finales de los años 60 y asumido por la UNESCO en los 70.
-  Animación cultural y sociocultural.
- Los destinatarios son agentes activos participantes del propio proceso cultural.
- Posibilitar el desarrollo de las capacidades creativas los ciudadanos , la reflexión sobre la propia realidad y su transformación.
- Se valoran los procesos más que los productos.
- Se valora la repercusión social de las actividades culturales y la mejora de la calidad de vida.




jueves, 26 de febrero de 2015

Definiendo la animación sociocultural.


En la pasada clase del día 11 de febrero de programas de acción sociocultural y educativa volvimos al tema 2, para analizar el concepto de animación sociocultural.

De la misma forma que en la pasada clase, donde analizamos en el tema 3 el concepto de cultura, el primer paso fue establecer una definición. Para ello, contamos con unos datos previos sobre el concepto, como que es un término que surge a finales de la década de los 70 en Europa, de la mano del concepto de democracia cultural, definida como el fomento como derecho de la participación de los ciudadanos en la cultura. Ante este fomento de la participación, surge la necesidad de una persona que fomente dicha participación de los ciudadanos en la cultura, dando pie a la creación de la figura del animador.

A continuación, analizamos las diferentes formas de aproximarnos a este concepto.
Por una parte, podemos entender la animación sociocultural como una acción o actuación, siendo así, según Besnard (1988), una acción, dentro de un grupo o sobre él, que está encaminada a desarrollar la comunicación y a estructurar la vida social, recurriendo a métodos semidirectivos, tratándose de un método de integración o participación. Cabe destacar también en esta acepción la aportación de Trilla (1997), que define en esta línea la animación sociocultural como “el conjunto de acciones realizadas por individuos, grupos o instituciones sobre una comunidad (o un sector de la misma) y en el marco de un territorio concreto, con el propósito principal de promover en sus miembros una actitud de participación activa en el proceso de su propio desarrollo tanto social como cultural”. Por su parte, Barrado, J.M. añade que se trata de una actuación crítica, libre y transformadora de la sociedad, cuyo objetivo es llegar a que los pueblos sean los protagonistas de su propia cultura, generando procesos de participación y llegando a recuperar las señas de identidad, abrir cauces a la creatividad, crear espacios culturales y transformar el medio.

Otra de las acepciones trabajadas en clase es la de la animación sociocultural como actividad práctica, visón que, para la UNESCO, tiene como finalidad estimular la iniciativa y la participación de las comunidades en el proceso de su propio desarrollo y en la dinámica global de la vida sociopolítica en la que están integrados.

En cuanto a la visión relacionada con la educación no formal, Catalá R. y Carbó O. (1991) afirman que la animación sociocultural tiene un claro carácter educativo y formativo, aunque de forma diferenciada con la acción educativa institucionalizada, por lo que la situamos en el marco de la educación no formal.

Puede entenderse también la animación sociocultural como un proceso, que surge en el interior de los grupos sociales, que generan cultura a partir de la participación activa de sus miembros, como aporta Viché, M. (1989).

                Por último, otra de las visiones que comprende el término de animación sociocultural es la de definirla como una metodología, como indica Ventosa, V. “un modelo de intervención dirigido a desarrollar procesos autoorganizativos individuales y colectivos de carácter social, cultural y educativo, a través de una metodología activa, creativa y participativa.

                Contempladas todas las visiones en cuanto a la definición del concepto, existen también una serie de características que prioriza la animación sociocultural, que según de la Riva, F. (1986) son:

1.      La comunicación y la participación cómo ámbito, instrumento, lenguaje y eje del proceso de desarrollo social y cultural.
2.      Al grupo, a los grupos o colectivos y comunidades sociales y, dentro de estos, a aquellos segmentos que tienen mayores barreras para la participación.
3.      La libertad y la iniciativa propia de los grupos por encima de intervenciones externas. El objetivo consiste en conseguir que los grupos o colectivos desarrollen sus propias alternativas y soluciones a sus problemas y necesidades.
4.      Los métodos activos, creativos, dinámicos y experienciales.
5.      Los procesos estables, permanentes y direccionales frente a las acciones puntuales.
6.      La vinculación de los procesos a los problemas, necesidades y situaciones de los protagonistas reales (cada grupo) y del medio donde se desenvuelven estos (cada realidad).
7.      Tiende permanentemente a la definición de los procesos en proyectos de actuación, de intervención en la realidad con el objetivo de transformarla.

Cabe destacar también, dentro de la definición del término, la aportación de Gillet, J.C. que aboga por una animación como praxis, considerándola como una actuación, cono decir que existe verosimilitud en este concepto de animación una intención de cambio social. Una praxis es una práctica consciente de ella misma y pretende con razón comedida hacer atravesar las fronteras de la teoría y de la práctica en un proceso dialéctico y circular, en una tensión permanente, supuestamente creadora.
La animación es lo que permite a individuos y a grupos, a través de diferentes actividades que implican, aumentar, aunque sea de forma microscópica, su esfera de autonomía, de libertad, de creatividad y de expresividad. Se trata de una acción que no se mide con la regla ni el compás, sino con la calidad, más concretamente con la mejora de la calidad de vida que ella hace posible.

En lo que respecta a las función es del animador, cabe destacar  la función de producción, que consiste en concebir al animador como un agente de producción, que permiten al grupo crear, realizar, elaborar, fabricar, etc. Por otro lado, la función de facilitación abarca aspectos de organización, planificación, estimulación, clarificación, coordinación, intercambio y confrontación. Por último, la función de elucidación es la de liberación de la palabra, de la búsqueda y de la reflexión sobre los sentimientos, velados a veces detrás de la producción efectuada.


Finalmente, comparamos dos modelos de animación sociocultural, el modelo consumista, que contempla la actividad como hacer, el participante como agente, el tiempo como programa, es instituido, el vínculo social como socialización, la estrategia como consenso y la filosofía práctica, y el de transferencia, que contempla el hacer como acción, el participante como actor, el tiempo como proyecto, es instituidor, el vínculo social como sociabilidad, la estrategia como conflicto y la filosofía como praxis.

sábado, 21 de febrero de 2015

Primeras nociones en cuanto a la definición del término "Cultura"

En la pasada clase del día 10 de febrero comenzamos con la parte más teórica de la asignatura, comentando los aspectos referentes al tema 3 que habla sobre la cultura.

Comenzamos definiendo el término, algo que a primera vista parece sencillo, ya que la palabra cultura forma parte de nuestro vocabulario y la utilizamos de manera muy normal (“mi vecino es un chico con mucha cultura, la cultura sudafricana es muy rica, Esther es una persona muy cultivada, etc.”) pero al profundizar en el concepto de cultura e intentar establecer una definición, aparecieron las dudas.

El concepto de cultura puede definirse de diversas formas. Históricamente, el primer  aspecto que define a la cultura es el que recoge la definición genérica del término, tratando de designar las fronteras del hombre y de lo humano. Podría decirse que la palabra cultura tiene un significado opuesto a la palabra natura, en el sentido de natura como aquello que no ha sido transformado por el ser humano, y de cultura como algo cultivado por el ser humano, algo que el ser humano crea. En cuanto esta primera visión del concepto, cabe destacar la aportación de Clifford Geertz:

“El hombre es el animal que construye instrumentos, que habla, que simboliza. Sólo él se ríe, él sabe que moriremos, sólo él desdeña aparearse con su madre y su hermana, sólo él imagina esos mundos donde habitar que Santayana llamó religiones, sólo él hornea esas tartas de barro mentales que Cyrill Conolly llamó arte. No sólo tiene mentalidad, sino conciencia; no únicamente necesidades, sino también valores; no sólo miedo, sino sentido moral; no sólo un pasado, sino una historia. Sólo él tiene cultura”.

En segundo lugar, aparece el concepto humanista, ilustrado o jerárquico de cultura. A pesar de que el concepto nace en la Ilustración, es una acepción más que vigente hoy en día, utilizado por todos y todas, responsable de frases como “hazle caso a este señor, es un hombre muy culto” o “Ese no sabe nada, es un inculto”. Es un concepto que surge casi paralelamente a la educación, ya que designa la cultura como algo que adquiere el ser humano de forma individual a través del estudio, la lectura, etc. Es un término jerárquico, ya que clasifica a las personas en cultas e incultas, aunque a través de la educación todos los seres humanos pueden ser cultos.

Por otro lado, el concepto antropológico de cultura que, como su propio nombre indica, surge de la antropología, designa la cultura como algo arraigado al territorio y a los seres humanos que lo habitan, definiéndola como las diferentes formas que tienen los seres humanos de enfrentarse al entorno.

“La cultura es aquella totalidad compleja que incluye conocimientos, creencias, arte, moral, derecho, costumbres y todas las demás capacidades y hábitos que el hombre adquiere como miembro de la sociedad” Taylor (1871).

En cuanto a esta acepción, que introduce la idea de que los grupos humanos con diferentes culturas tienen formas diferentes de entender el mundo, idea ante la que surge el debate de la situación actual en cuanto a globalización se refiere, que pone de manifiesto dos efectos innegables: por un lado, en un aspecto más optimista, la globalización es la responsable de un intercambio enorme de aspectos culturales entre diferentes países, lo que enriquece nuestro conocimiento y nos ayuda a conocer, aceptar y respetar otras culturas; en cambio, desde un punto de vista más negativo, la globalización hace que, a partir de los intercambios culturales, perdamos aspectos que nos identifican con nuestra cultura.

Más relacionado con la asignatura de programas de acción sociocultural y educativa, analizamos los matices que la animación sociocultural da al concepto, comentando la aportación de Ander-Egg que, frente a la concepción e cultura como patrimonio heredado, plantea que es un patrimonio que vamos creando, formas de ser y de pensar proyectadas hacia el futuro, lo que denomina cultura constructiva (cultura como herencia que al mismo tiempo lo construimos y lo creamos).

Analizamos por último las implicaciones de la visión sociológica del concepto de cultura, en cuyo sentido el significado del término sigue dos líneas, por un lado, en sentido manifiesto, haciendo referencia a una práctica humana, conscientemente practicada como tal; y por otro en sentido latente, permeabilizando todo aquello que es social.

Tras esta primera toma de contacto con el concepto, y el análisis de las diferentes vías de definición del mismo, el profesor, Carles Monclús, propone la siguiente definición del término cultura:

“Conjunto de elementos simbólicos, significados y comportamientos compartidos por una comunidad o grupo humano, y al mismo tiempo un campo o sector de la actividad humana centrado en el uso y manipulación de símbolos que se nutre de ese universo simbólico y lo transforma”

En conclusión, como reflexiones finales de esta clase concretamos que la cultura es constitutiva y está cargada de valores. Además, es innegable la existencia de una gran diversidad intercultural e intracultural, aunque también es cierto que una fuente de diversidad es la desigualdad. Además, desde la animación sociocultural, introducimos la visión de la cultura como algo a conservar o bien como algo que vamos reconstruyendo día a día para construir un futuro diferente.

viernes, 13 de febrero de 2015

"La cultura es la llave de la vida"

El segundo día de clase lo dedicamos a contestar a la pregunta ¿Qué es para ti la cultura?.

Durante esta sesión todos los miembros del grupo expusimos nuestra visión sobre la cultura con algún objeto que nos representara.

Gracias a este intercambio de visiones, pudimos observar la cantidad de modalidades de entender la cultura dentro de una misma clase, desde entender la cultura como todo lo relacionado con la lectura, a canciones, libros, fotos, conocer costumbres de otros paises, etc..

Por nuestra parte, entendemos la cultura como todo aquello relacionado con la educación, el arte, la música, a los valores, ideales, costumbres, etc, que se transmiten de generación en generación y en los cuales nos formamos como personas haciéndolos nuestros y creando un sentimiento de pertenencia hacia esa cultura. 

Para finalizar la sesión, el profesor, Carles, nos presentó un vídeo sobre la cultura en la cual se representaba esta como una caja de herramientas. 

Para despedirnos, hasta la próxima entrada, queremos compartir esta frase de Mercedes Sosa que nos llama mucho la atención:

"La cultura es lo único que puede salvar a un pueblo, lo único, porque la cultura permite ver la miseria y compartirla. La cultura permite distinguir lo que hay que cambiar y lo que se debe dejar, como la bondad de la gente, el compartir una empanada, un vino..."


Mercedes Sosa

Primera día de clase

La semana pasada empezamos la clase de Programas de Acción Sociocultural y Educativa impartida por el profesor Carles Monclús.

Para romper el hielo de la primera clase, Carles empezó presentándose a todo el grupo como un miembro más, prosiguiendo con la aplicación de la "dinámica del dado". Esta dinámica consistía en lanzar el lado, presentarse al grupo y decir tantos deseos que se esperaba de la asignatura como numero hubiera salido.

Nos gustaría comentar varios deseos que la mayoría del grupo señalo como por ejemplo "aprobar la asignatura" o "que no hayan muchos trabajos en grupo" en los que se pone de manifiesto que muchas personas se interesan más por aprobar la asignatura aun llegando al aprobado mínimo en vez de interesarse por aprender, cosa que viene dada a que muchos de los estudiantes dependen de becas y de notas mínimas para poder sacarse un título, hecho que tiene un efecto negativo ya que la mayoría de los estudiantes "estudia para aprobar y no para aprender".

Una vez acabada está dinámica, nos distribuimos por grupos para reflexionar sobre que esperábamos de la asignatura, con la finalidad de conocer los intereses de cada uno respecto a la asignatura y además trabajar en grupo.

Como conclusión de esta clase, señalamos que, trabajar esta asignatura de forma dinámica nos puede proporcionar las herramientas necesarias para nuestro posterior trabajo como educadores sociales.

Desde el blog otra educación es posible aportamos está pequeña reflexión como remate final a está primera sesión:

"La enseñanza que deja huella no es la que se hace de cabeza a cabeza, sino de corazón a corazón"


Howard G. Hendricks